Libertad Sincera

“La libertad no es sólo poder ser el árbitro de nuestras acciones, sino también de nuestras emociones y razonamientos.”

¿La flor es libre? Probablemente no; está pronosticada, no puede elegirse. Lo mismo el animal, no importa si la oveja vive en América o en la India, siempre va a actuar siguiendo un mero y único patrón estándar. Con el hombre ocurre diferente, está solo; tiene libertad.

Puede rebelarse. Actúa por voluntad, no únicamente por instinto. Estar solo significa, en este contexto, poder abstraerse (escucharse). La ventaja de la abstracción, es la posibilidad de conocer el pensamiento que moviliza hacia el accionar. Y elegirlo. No estamos siendo libres cuando nuestro pensamiento nos daña; no elegiríamos algo que nos hace sentir mal.

La libertad no es sólo poder ser el árbitro de nuestras acciones, sino también de nuestras emociones y razonamientos. La preocupación y culpa demuestran que no estamos eligiéndonos, que no estamos abstrayéndonos de verdad, que no sabemos estar solos, que no sabemos estar libres.

La mayoría de nosotros vive en profundas dictaduras que deben terminarse. Actuemos, pensemos, sintamos a voluntad. No hay otra alternativa. Como humanidad ya hemos sufrido mucho, llegó la hora de elegirnos, llegó la hora de cambiarnos, llegó el momento de ser, al fin, sinceramente libres.

Valentina Arregui