lunes, 11 de agosto de 2008

Espacios para la participación...¿Voto o Boto?

Hace algunos meses que se dio un debate en mi universidad, en donde se presentaban las distintas listas a federación y exponían su pomada, formas de ver el trabajo, caminos a seguir o como se le quiera llamar. De este debate me quedó algo en mente, una idea de esas que viajan de tema en tema y se vuelven tan comunes que uno las deja de lado; no les presta atención.

Uno de los puntos del debate, como ya decía, fue precisamente la participación: ¿Cómo fomentar la participación estudiantil? ¿Qué hacer para que los estudiantes se vuelvan partícipes de las políticas y los proyectos?. Y las respuestas no tardaron en llegar: “Hay que generar más espacios de participación”. Frente a esta respuesta yo propongo la columna vertebral de este artículo y lo iniciaré de la misma forma que les hablé a ellos.

Si hablamos de que hacen falta espacios para participar en la universidad como en los otros escenarios de nuestro país ¿a qué se debe que los grupos religiosos como los evangélicos difundan su fe en la calle, sin que nadie les “entregue el espacio para ello”, o que grupos ácratas organicen okupas y transformen casa inútiles en centros culturales y de acción?...frente a estas dudas pienso que no podemos estar esperando siempre que nos entreguen un espacio, pues ello es estar esperando al salvador o al mesías, que no son más que opios que no nos dejan actuar, hacer las cosas por nosotros mismos. ¿Realmente faltan los espacios? Me parece que más que nada lo que faltan son las ganas de participar y la voluntad de hacerlo: Cada día nos despojan más y más de nuestra capacidad de actuar y de razonar por nosotros mismos. No recuerdo quién escribió una vez un ejemplo muy cierto: Nuestra libertad de participar activamente de las políticas públicas se ven disminuidas a una simple encuesta entregada por el municipio, en donde nos hacen elegir cuáles son los problemas (falta de iluminado publico, limpieza de calles, más guardias, etc.) y nosotros cumplimos tan solo la función de marcar la alternativa que creemos y que los demás hagan el trabajo.

Entonces llegamos a una realidad inmediata, y que se relaciona con el ejemplo y la idea anterior: Elecciones municipales. Se acercan, chicos, ejerzan su ciudadanía y demuestren que participan. ¡Colosal mentira! Uno o miles de votos no cambian las políticas de un país si ese país no tiene interés en participar.

Volviendo al tema de la participación, más espacios significa más mentiras, y hay que cuidarse de eso. Si tienes las ganas, puedes hacerlo. Una federación no va a cambiar una universidad y un presidente (a) no van a cambiar a un país. El verdadero cambio se da en uno mismo, de esta forma no es difícil trabajar temas que no tocaré en este momento, pero que se ven profundamente influidos por la misma premisa: Yo soy quien compone mi realidad.

Ahora, cada vez que escucho a alguien reclamar o decir que “hacen falta espacios” me pregunto: ¿Cuánto ha luchado él por crear la acción más que esperar el espacio?.

Para las elecciones de federación habré votado o no, eso da lo mismo, lo importante es que actúo e intento cambiar las cosas, no cual es mi voto.

Si votas en las elecciones de presidente la derecha o la izquierda te utilizarán igual que un muñeco si te quedas esperando un “espacio para participar”. El mesías viene, lo dicen los muros, pero no ha llegado. “Seguimos luchando”, dicen rayados anarquistas, pero nadie ha vencido: Entonces solo nos queda seguir actuando y seguir cambiándonos nosotros mismos y las cosas que nos rodean. Así dará lo mismo si llega el mesías o llega la anarquía, lo importante será que nosotros ya habremos alcanzado nuestros ideales y se llame como se llame o sea quien sea, no nos controlará jamás, ni será superior a nosotros.


En mi universidad un tiempo después de este debate se censuró una peña libertaria. Un “espacio de participación” fue negado y las listas que tanto los defendían se quedaron calladas.


Votes o Botes lo importante es que no te quedes en eso: ahí está el cambio.

Atte,

Diego F.G.

Estudiante PUCV.-

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